jueves, 27 de septiembre de 2007

¿Existe la democracia de mercado?


La Crónica-jueves 27 de septiembre de 2007


¿Existe la democracia de mercado?


Marcos Roitman
La Jornada


Parece ser que vivimos en el mejor de los mundos posibles y la justicia liberal forma parte de una civilización de progreso donde el mercado iguala desigualdades en forma de deseos a través de expandir el consumo sin ninguna exclusión previa. Nadie por sexo, clase, etnia o religión puede ser expulsado del mercado deliberadamente. Nada más democrático que todos participen de un mismo espacio común en igualdad de condiciones.

Igualmente, la explotación se torna legítima si se fundamenta en las cualidades y méritos personales y no en privilegios y honores adquiridos fuera del mercado.

John Rawls, uno de los defensores de esta tesis, sostiene que: a las desigualdades sociales y económicas habrán de ser conformadas tal que a la vez que: a) se espere razonablemente que sean ventajosas para todos, b) se vinculen a empleos y cargos asequibles a todos; para la sociobiología las dudas del incrédulo se tienden a disipar.

Ser egoísta o altruista, solidario o individualista se convierte en una cuestión relativa a la proporción de genes pululantes en el organismo. Ser empresario, emular a Rockefeller y transformarse en un AS de las finanzas o formar parte de una cadena de montaje y ser un semi-esclavo termina siendo problema de ADN.

Los genes y el mercado ponen a cada uno en su lugar. Es un alivio para cualquier mortal saber que su desarrollo social, económico, político y amoroso de un mortal depende de su composición genética, ya no tiene problemas éticos ni morales. Su lugar estaba predestinado y el oráculo de los genes se cumple. No hay alternativa. El mercado es omnímodo. Ni Edipo Rey. Ni Saturno devorando sus hijos. Por más que lo intenten, la profecía se cumple.

Así, será un gesto noble albergar ideas altruistas pero mejor poseer valores egoístas.

Es beneficioso para el progreso, la riqueza de las naciones y el individualismo. Vicios privados son virtudes públicas.

Es mas rentable embaucar deliberada y conscientemente puesto que ello forma parte de una selección natural en un mundo competitivo cuyo centro es el dinero.

Como señala Richard Dawkins, padre de la sociobiología, el altruismo no expresa la condición humana, es inestable y nos lleva al fracaso. Solo el egoísmo es fuente de progreso, engrandece el sistema social y protege la civilización de su extinción.

Con estos principios la democracia se transforma en una acción individual que se resuelve en el mercado.

Su definición se vuelve espuria.


Nada queda de la democracia como una practica plural de construcción de ciudadanía política. Es decir un ejercicio social de control del poder. Un mandar obedeciendo desde el bien común y el compromiso ético.

Su articulación en el mercado elimina todos estos factores de la definición, haciendo de la democracia un producto de consumo. Por ello en una economía de mercado, la democracia no existe, es un reclamo publicitario.

La democracia puesta en el mercado, fundada en la teoría liberal de la justicia y en la sociobiología, se convierte en una explicación ad-hoc para justificar la explotación. Para los acólitos del liberalismo y la economía de mercado, la democracia se hace carne, hay tanta como la que necesitamos.

Al ser una mercancía se usa en función de nuestros gustos, valores y necesidades.

Democracia para todas las ocasiones. Nada más democrático que la democracia. Es una definición tautológica (repetición de un mismo pensamiento expresado de distintas maneras), como el mercado. Algunos ejemplos de esta concepción individual de la democracia puesta en el mercado.

Los padres pueden optar por el tipo de educación que plazca para sus hijos. El mercado de la democracia debe garantizar la diversidad de mercancías:

1) pública o privada?, 2) laica o religiosa? 3) Cualquier persona en función de sus medios puede viajar a cualquier rincón del planeta, es cuestión de voluntad. 4) Se puede comprar lo que apetece, cuando y donde se quiera. 5) Es posible disfrutar de vacaciones en la playa, en la montaña o en la ciudad. 6) se pueden realizar cursos de post-grado en Europa, Estados Unidos o América latina. 7) Se puede aprender alemán, francés, italiano, cirílico, japonés o maya, si se está con ánimo. 8) Nadie impide a nadie ir al cine, el teatro o la ópera, menos aún si decide el genero de comedia, drama, ciencia ficción o terror. 9) También se puede ir a un restaurante y comer o cenar a la carta. Los ejemplos pueden ser interminables.

Tanta democracia de mercado me agobia, aunque permite, al saber Habermas, experimentarla comunicativamente, algo inolvidable.

Estoy seguro que si tiene dinero le gustará vivirlo. Una sensación de libertad personal se adueña en forma de democracia de mercado y repite la experiencia de forma compulsiva.

Un sarcasmo en manos de quienes han sabido imponer el principio de mercado, explotación y desigualdad como definición de democracia.

Para los defensores de la democracia de mercado las diferencias sociales, la explotación y el dominio, no son un obstáculo para un orden social donde prevalece la justicia con igualdad de oportunidades. Por esta razón se extrañan de la difamación que sufren, una vez que el mercado de la democracia brinda a quines tienen genes altruistas la posibilidad de contribuir con su esfuerzo en las maquilas, la economía sumergida y con los contratos basura y la rejuvenecida esclavitud infantil a la riqueza de los países en los que viven.

Ser un pobre en un país rico no es lo mismo que serlo en uno pobre. En eso consiste la democracia de mercado.

Pero claro, las clases dominadas no son democráticas, no asumen el mercado y además no quieren aprender. Se vuelven violentas, y altaneras. No saben que hacer con el dinero, lo gastan en alcohol, no se dejan dominar, son bestias.

Sus mas claros exponentes le pegan a sus mujeres, un mal ejemplo para sus hijos. No saben convivir en democracia, es lo más triste. No comprenden el mundo. Prefieren vivir en la indigencia y en la precariedad. No tienen gusto. Habitan en sitios sin luz ni agua potable. Son promiscuos en sus relaciones sexuales. Viajan en autobús, compran ropa de mala calidad. Se les ve en parques públicos y comiendo en chiringuitos de mala muerte. Sin iniciativa personal no saben disfrutar de la democracia de mercado. Aunque, con programas específicos, será posible cambiar sus hábitos.

Podrán ir al supermercado de visita y sentirse auténticos demócratas.


La Crónica-Blog. /La Cronicainfo.blogspot.com
j.mmiguelv@gmail.com




miércoles, 26 de septiembre de 2007

LAS MASCARAS DEL PODER

La Crónica-miércoles 26 de septiembre de 2007

LAS MASCARAS DEL PODER


Por Osvaldo A. Guerrero

Exgobernador Rio Negro (Argentina) 1983´

AÑO 1992.

(…) Se neutralizan las palabras. Los mensajes se diluyen, desustancian y vacían.
(En el Hombre Unidimensional), Hebert Marcuse caracteriza con agudeza el “Lenguaje Público” de los medios masivos, de sintaxis abreviada, que “ordena, condena y organiza”.

Tiene una acción hipnótica que se sobrepone a toda resistencia conciente del espíritu, que bloquea el libre pensamiento conceptual y adquiere un sentido puramente funcional, que solo busca subordinar a los destinatarios (el común de las gentes) a imperativos de los grupos que detentan el poder.
Este fenómeno se agudiza en las últimas décadas.
No es consecuencia del agotamiento ideológico, es el efecto del nuevo auge de una vieja ideología, que recuperó el control de los resortes del poder.

El poder, más que nunca en la historia, es poder económico hegemónicamente comunicado NO expresa su ideología; sencillamente vacía primero a las otras y las incomunica luego.


La cultura posmoderna, ultra-individualista, aísla y debilita a la política.
Privatiza todo, pero al despolitizar (en sentido de “des-publicar” el origen y objetivo de sus decisiones) privatiza para pocos y excluye.
Como en las dictaduras fascistas, la soberanía se concentra y asume facultades colectivas.
Proclama el fin de las ideologías, pero de hecho constituye una sola, invasora y inequívoca, hegemónica y absoluta.
Instrumenta en beneficio propio todos los discursos. Incorpora, deformándolos y para disolverlos, todos los contenidos ideológicos.

La razón de la posmodernidad (término de por sí suficientemente amplio y ambiguo), neoconservadora, pragmática, implacable, ideologiza simplemente los medios instrumentales, circunstanciales, coyunturales y a través de ellos, liquida los “fines” de las ideologías que se oponen.

Se apropia de los términos y los desconceptualiza.

Teoría negativa, aparece como positiva. Pues ¿qué sentido tiene el término “DEMOCRACIA,” cuando de hecho disfraza la negación de las decisiones colectivas; desarma sin rechazar de plano, los mecanismos de soberanía popular y desocializa la sociedad?.
¿Qué contenido concreto tiene la palabra Libertad cuando se condiciona, se limita, se conduce sutil pero férreamente la voluntad autónoma, individual y colectiva, sin que el inducido, limitado y condicionado, sea conciente de ello?.

Alienado, el individuo social, creyéndose más individuo, adormece su malestar dulcemente y hasta cree que es bienestar.

El ciudadano transformado en consumidor pasivo, es privado de su conciencia de compromiso público y, despojado de su propio lenguaje y de su propio discurso, queda callada su disidencia.

Sus palabras de reinvidicación y de rebeldía ya no tienen el mismo significado de antes.
El Hombre, solitario incomunicado y desorientado, carece de lenguaje para la protesta.

Infinidad de veces transmite los contenidos que le ha impreso quien se lo ha robado. “Reproduce el discurso del opresor.”
“El ciudadano, carente de argumentos, sólo le queda el silencio y el sometimiento.”

“La utilización del poder comunicativo a través de los medios masivos destruye todas las defensas.”

El fenómeno es todavía hoy sorprendente y muchas veces inexplicable.

Nunca como con Hitler la función política del lenguaje adquirió tal contundencia. Pág.37
Desde entonces ya nada es igual en el poder y la comunicación, que se interrelacionan mutuamente hasta mimetizarse en sus identidades.

A partir del Nazí-Fascismo la comunicación social es poder.
“Una ideología rica contiene en sí su propio lenguaje, crea conceptos y los expresa coherentemente con sus propios términos.”

En una escala de valores aquellos que tengan validez social.
“El neoconservadurismo tiene un control, total, de los medios de comunicación masiva.”

El retroceso de las ideologías se debe; entre otras cosas a la implícita renuncia del esclarecimiento conceptual, y fundamentalmente a su dificultad de construir un nuevo lenguaje que se distinga franca y totalmente del de su adversario.

Libro. Las Máscaras del Poder/1-Osvaldo Alvarez Guerrero
Biblioteca Política Argentina Nº 343.

La Crónica-Blog. /La Cronicainfo.blogspot.com
j.mmiguelv@gmail.com

viernes, 21 de septiembre de 2007

¡¡¡YYY!!! ¿LA DEMOCRACIA?



La Crónica-viernes 21 de septiembre de 2007

Por J. Miguel Volonnino

¿Para qué sirve la Democracia?

Para entre otras cosas igualar a la gente en sus conocimientos, para sacar de la ignorancia y el atraso a las personas, para darle la categoría de sujetos de derechos, que de hecho por ser persona lo tienen, pero debemos enseñárselos, indicarlos, reafirmarlos, esa cantidad de derechos y garantías que nos da la Constitución Nacional y que en épocas No democráticas, digamos dictatoriales, se dejan de lado.

La Democracia es una etapa Superior del hombre, donde se deja de lado la violencia de las armas por el sano Juicio del Derecho (aunque muchas, pero muchas veces se utiliza para fines no santos).

La Democracia es darle una mano al hombre para subirlo a una etapa mejor, de civilización.
No para hundirlo.
El tema está en que los dirigentes ¿demócratas?, ¿les convienen la Democracia?,
¿estos dirigentes son democráticos, o son guardianes de la Democracia y como tales, como Guardianes, no quieren que el pueblo se acerque a esa luz llamada DEMOCRACIA, en definitiva la libre participación del pueblo en todo lo que tiene que ver con una mejor calidad de vida es sinónimo de Educación y Pluralismo.


.
La Crónica-Blog. /La Cronicainfo.blogspot.com
j.mmiguelv@gmail.com